Thursday, February 02, 2012


Rodrigo Olavarría

Alameda tras las rejas


(Libros la Calabaza del Diablo,
Santiago de Chile, 2010)



Lunes 7 de marzo, 2005


Según veo, en Trilce, Vallejo se niega a lo dado, a la existencia separada de los dos porque sí. Se rehúsa la falsa armonía dada porque siente horror de lo dado. Qué más claro que esto: "Cede al nuevo impar / potente de orfandad". Se huele una separación, una partición determinada por un imperativo o una presencia superior que bien podría ser Zeus, como dijo Aristófanes en un banquete una vez. Si el sol es nuevo cada día y del ancho de un pie, entonces estamos hechos para reunirnos bajo la luz, para entrar en uno solo, porque el uno vale más que diez mil para mí, si es bueno.