Tuesday, September 26, 2006


La peste de nombrar: erigir el mañío donde se empala a un clérigo:
la peste de poner Nombre: Casa: el falo delicioso con forma de pez,
poliedro, crustáceo, animal oscuro enterrado bajo tierra. Qué peste, ésta:
nunca saber ¿qué punto pisas? Yo piso grava. Yo piso leche
derramada de establo. Yo piso el panal en la boca de Píndaro.
Tú podrás ser el tallo que quieras, el brazo que quieras, la rosa boreal,
la planta sola que flota en la espuma, escarcha de la hora,
visión del perro dejando su huella y diciendo: perro, la peste de ladrar,
la peste de mear –poste, ciudadano– oh, la peste. Lenguaje inflado de la peste:
siempre la P: releer la bitácora: el día –la crucifixión– la marca un ciempiés.
El día –el crimen–lo marca un escarabajo ¿hay vida en el ámbar?
El día, la coronación –ah– punto invisible: Chile presume:

soy punto visible. Hola, yo me llamo Chile. Soy niña encaramada
en la punta de una ola. Soy chico sentado al borde de éxtasis.
Tengo esta cara y ya no la ves. Yo tengo una herida: hola, soy Peste,
y me dicen Herida. Yo tengo una herida, la otra bala de Chile.
Hola soy Chile, mi balido es éste ¿no se llama yo? Hola soy Yo:
yo tengo un dolor, la memoria, la noria. Defíname, usted,
cuántos muertos bastaron, fina y larga alcancía, bracitos de cobre,
boca abierta: ah. Yo digo: ah: soy niña mirando, el volantín se pierde.
Yo digo: ah: mi boca recibe: hola, moneda, me llamo Batracio:
mi boca es todo –el circo es pobre. La peste del pobre
¿no te hace llorar? Yo le dije a un Pobre. Hola, Batracio,
yo leo –yo– lamo textos –no huyen ¿no es milagro el cieno?

Leí a Marx, y lloré. Con Trotsky lloré. Leí a Althusser –lloré
y caía nieve. La nieve es leer. Me leí a mí mismo y sigo pobre.
Al no saber letras, me puse a silbar. Hola, soy Letra:
lloro sangre, el mendigo ¿qué letra es? Mi sangre es tinta.
Ve peste de tinta, el trazado cartógrafo. La peste de ser
el único punto. No lo halla ni entiende el mismo cartógrafo.
Tráceme el mapa que no se ve –le dijo la niña: el profesional soñaba.
El mapa existe en un país sin moneda, niña mía, tú
que luces la moneda en tu boca larga, un país con medusas:
la escritura entendida con la sola fotosíntesis, un gran útero, niña,
donde Chile espejea lo que Pedro no. Hola soy Pedro,
yo escribo esta peste –así asalto la miel: oh, la peste de Píndaro.



(c) Pedro Montealegre, LA PALABRA RABIA
(Editorial Denes, Valencia, 2005)


Pd: Otro Dibujo de la Serie Diversas formas de ser Jonás.

Sunday, September 17, 2006


Imágenes de niño: el abuelo Tocho y su impermeable beige llegando de visita a mi casa en Puerto Varas, como el recuerdo de un Humphrey Bogart -no tan duro ni tan serio- que regresa de Santiago al sur de Chile mojado y mítico. Ahí viene con su sombrero gris, siempre de traje, al menos con corbata, yo de 8 años con ojos grandes de curiosidad: no puedo dejar de mirar su pelo blanco, su bigote, sus ojos verdes pequeños, sus cejas. "Ojalá yo tenga la memoria de él", me decía yo mismo, al escucharlo relatar algún pasaje de la historia, una anécdota tras otra. "Conocí a Pablo Neruda", me sorprendió un día. Me habló del poeta cuatro años mayor que él: fue en una pensión de Puerto Montt -¿sería en 1918?- cuando todavía no era famoso pero sí muy flaco. Ahí está mi abuelo, cuando, de nuevo de paso, dormía junto a mí, en la cama vecina, y me despertaba "pedriiiitoooo, pedritooooo" para ir al colegio, o compartía conmigo sus desayunos en bandeja: té con leche, pan con mantequilla y huevo a la copa. Lo recuerdo también en misa -porque una una vez fui a misa con él- a la parroquia de madera pintada de amarillo que quedaba cerca de la carnicería ésa, todavía en Puerto Chico. ¿Cómo se llamaba? Nos llevó junto a mi hermano Mauricio, bien peinados, quien imitaba como ninguno su forma de caminar: la parsimonia de quien está pensando algo importante. Y de seguro lo hacía. Ahí está mi abuelo: cuenta una historia mientras trae una malla de choritos y almejas: los recuerdos de mi abuelo y el cotarro de primos, el pajarerío de primos y primas revoloteando a su alrededor. Mi abuelita Tivina, a su lado habla y observa, vigila el hervidero de risas entre los tíos y las tías en el bullicio del encuentro, pocas veces al año, pocas pero intensas, siempre a allí, entre uvas y damascos dulcísimos. Veo a don "Tocho" en su departamento en Ñuñoa, sentado, cariñoso, mostrándonos las fotos de sus viajes por Chile o al trepar por Sudamérica. Nos indicaba con orgullo "los cuadros muy bonitos de Sonita Andrea". Años después, con tono confidencial, me leyó sus versos -le gustaba mucho Rubén Darío-; me dio sus libros y poemas, sus cartas rimadas, sus dedicatorias, acrósticos. Ahí está mi abuelo, el primer crítico literario del que tuve conocimiento, cuando le contesté con alejandrinos una carta suya escrita de igual modo: "muy bonitos e inspirados", dijo también en rima, y yo quería imitarle. Ahora me dirijo a ti, ahora te recuerdo, porque te fuiste antes de ayer, en silencio, sin decir nada, con los mejores 98 años que he visto yo que sólo llevo 31. Aunque no te vi en 6 años, sin embargo ahí estás recordándome tu vida, tu obra; estás contándonos a detalle lo sucedido a cuanto nieto o bisnieto. "Pedriitooooo, Pedriiito, lévantate que te tienes que ir al colegio". Abuelo, descansa, y no dejes de despertarme cuando llegue tarde a cualquier sitio.


PD. En la memoria de Héctor Horacio Montealegre Díaz, mi abuelo "Tocho". En la foto, junto a mi abuela "Tivina".

Monday, September 11, 2006


Suscribo esta declaración del Colectivo Andamios:
OTRA DECLARACION MAS

Tal vez ese sea tu comentario mudo al recibir este volante, lo mismo si te llega por correo electrónico. Otra Declaración Más… ¿para qué?... ¿simplemente para cumplir el ritual de todos los 11?: y puede que así sea, pero un ritual que no obedece a una tradición impuesta desde arriba, sino que es una fecha que desde el propio pueblo hemos venido cargando de contenido esperanzador y libertario, con la experiencia de lucha de los compañeros caídos, un recuerdo que se nutre con la fuerza de luchas presentes y porvenir.

Porque hace 33 años el Golpe Militar pretendió volver a cero todo un ciclo de acumulación de fuerzas y conquistas populares, las que con diversas expresiones logró instalar al Pueblo como el sujeto productor de su propia historia, el Pueblo como el protagonista cada vez más poderoso de la construcción de un tiempo anhelado de justicia y dignidad. Recordemos que junto con el triunfo del Compañero Presidente Salvador Allende y la Unidad Popular, encontraba también su máximo desarrollo el Movimiento Popular a través de sus expresiones en los Trabajadores del Campo y la Ciudad, Pobladores y Estudiantes; experiencias revolucionarias como la de los Cordones Industriales, de las Tomas de Poblaciones y Fundos, lograron construir en su dinámica interna un nuevo tipo de relaciones sociales, antagónicas a las del poder de la institucionalidad burguesa: las del Poder Popular.

Al revisar la historia, saltan a la vista muchos de los errores cometidos y el alto costo pagado por ellos. La dictadura fue capaz de imponer no sólo un cambio de Presidente, sino que fue capaz de construir un Chile bien diferente al que desde abajo y con fuerza se venía gestando. La dictadura logró transformar las bases económicas y culturales de nuestra sociedad: neoliberalismo y miedo se conjugaron para implantar este sistema de odiosas injusticias sociales que habitamos. Luego, cuando la dictadura se disfrazó de democracia, cambiando milicos por civiles de las mismas familias, prometiendo que llegaría la alegria, siguió golpeando a los de abajo para enriquecer y favorecer a los pocos de arriba, los de la clase dominante.

Así ha sido y sigue siendo hasta el día de hoy, en que pasados 33 años, las clases dominantes parecen moldearlo todo a su gusto y sin resistencias, por ejemplo:

· Entregando nuestros Recursos Naturales al saqueo de las trasnacionales en un robo permanente con características de ecocidio (el cobre, los bosques, las reservas de agua, el oro).
· Haciéndonos trabajar en condiciones de la mayor explotación, negando la posibilidad de pensiones dignas, salud en caso de enfermedad, derecho a la recreación y la vida familiar (sin derechos laborales efectivos, avalados por el sindicalismo burócrata y corrupto con sus políticas de "diálogo social").
· Consolidando un sistema educacional diseñado para la desigualdad y el sometimiento ideológico (falta de recursos, infraestructura deficiente, contenidos y metodologías autoritarias, LOCE).
· Un sistema social y laboral que impacta en la salud mental y en la calidad de vida (altos índices de depresión y patologías mentales, uso de fármacos, vacío del sentido del vivir).
· Permanente discriminación de genero a las mujeres (sueldos más bajos, discriminacion laboral, subvaloración de las capacidades de la mujer trabajadora).
· Haciendo de la corrupción la forma legal de ejercer el poder (los políticos legislan a favor de sus propias empresas, o de los consorcios que financian sus campañas y que mañana los tendrán en sus directorios).
· Favoreciendo el abuso de las grandes compañías de servicios básicos (malo y caro transporte público en el que se nos va buena parte del día y del sueldo, cargos fijos que son un robo, cobro de los medidores que registran la usura).
· Con políticas serviles al imperio norteamericano y a la globalización neoliberal que deja desprotegida la economía y un desarrollo para las mayorías del país (firmando cuanto TLC se aparezca por delante, acrecentando la desigualdad entre los ricos y los trabajadores).
· Implementando una dictadura mediática a través de la cual embrutecen la conciencia popular haciéndonos vivir en función del mundo de los ricos y famosos y mostrando en los noticiarios lo que según ellos es importante (El Mercurio, pasquín del empresariado; LUN del mismo grupo, COPESA, TVN, MEGA, el 13 y sigue la lista).
· La justicia está vendida a los intereses de los dominantes (impunidad en casos de Derechos Humanos, negación de justicia para los sectores empobrecidos de la población, mano blanda con los ricos, todo bajo la Constitución impuesta por los milicos en el 80).
· Reprimiendo con toda la prepotencia a:
· Estudiantes (con la policía en las calles, con miles de detenidos en las jornadas de protestas y luego persiguiendo y cancelando las matrículas a los dirigentes al interior de los establecimientos).
· Al pueblo mapuche (al que se le sigue aplicando la Ley Antiterrorista, amedrentando y torturando sistemáticamente en allanamientos policiales a las comunidades, incumpliendo los compromisos de Libertad a los Presos Políticos tras valiente huelga de hambre).
· A los deudores y allegados (entregando casas que son una burla y una provocación a la dignidad, pasando la deuda a la voracidad de los bancos, reprimiendo en las calles a los organizados, implementando políticas de división del pueblo).
· A los trabajadores y pobladores que se organizan para reclamar un poco de justicia en esta desigual repartija, donde unos pocos se llevan a sus bolsillos casi todo y al pueblo trabajador nos dejan las migajas que permitan, con suerte, el endeudamiento y la hipoteca de nuestras vidas.

Podríamos continuar con una larga lista de denuncias, llenar hojas y hojas, faltaría espacio para una radiografía detallada del injusto estado del país. Pero eso es cosa que conocemos.

Decíamos, que lo que nos convoca hoy es una fecha de memoria y acción, porque si bien las clases dominantes lograron transformar la estructura social y económica de la nación, no lograron acabar con la conciencia rebelde de un pueblo que prepara el rearme, que desde abajo se organiza y fortalece para dar la pelea. Porque mientras exista explotación, mientras exista injusticia, mientras exista tanto abuso y prepotencia, existirán conciencias que despierten y organicen resistencias que fortalezcan el proyecto popular para el amanecer socialista (socialista de verdad: en libertad, socializando los medios de producción material y cultural, socializando la toma de decisiones en una democracia participativa desde abajo hacia arriba, implementando los canales directos para que la primavera del poder popular haga florecer lo mejor del pueblo).

De la derrota se sale luchando, de la destrucción social impuesta se sale construyendo fuerza popular. Únete a la gran franja de constructores populares, únete a este gigante de mil rostros que crece y se multiplica. No somos pocos, pero seremos millones: ahora es cuando!!.

Únete a las Brigadas de Constructores Populares: cada constructor un agitador, un educador, un organizador. Activa la Fuerza Popular en tu centro de trabajo, en tu centro de estudios, en tu población o con quienes compartas intereses. Fuerza Popular Autónoma del poder de las clases dominantes. No esperes que nadie te llame, toma la iniciativa. Multiplica la organización social con criterios de democracia interna opuesta al conformismo sumiso que imponen los de arriba, aleja la lógica mercantil del lucro y demostremos que con solidaridad de clase y apoyo mutuo es posible dar vida a experiencias que (nos) transforman, construyen realidad y sirven de pisos que se suceden progresivamente en la acumulación de fuerzas populares para cambiar no un poquito esta sociedad, sino cambiarlo todo y de una vez. Encontrándole sentido a la vida en la lucha, porque otro mundo es posible sólo con la organización del conjunto del pueblo en la construcción del socialismo.

Agitadores que instalan y dinamizan la fuerza del pueblo desde las demandas concretas, desde las reivindicaciones territoriales y sectoriales, haciendo de la lucha económica un trampolín para la lucha política, siendo parte activa de esas luchas, pero mostrando siempre los límites estructurales de las mismas. Porque no queremos un país más justo: queremos un país justo y punto. Para eso se requiere un orden social radicalmente distinto, con valores antagónicos a los del presente.

Educadores que van reconstruyendo colectivamente el saber popular con conciencia de clase, sin dogmas y en construcciones horizontales de saber, que nos hacen ir de la lógica simple y excluyente del mundo consumista a las conciencia reflexiva de las relaciones de explotación y dominación. Hacer del desánimo y la rabia, una crítica al orden social y propuestas de transformación.

Organizadores que van rompiendo con la ideología del individualismo desde la puesta en práctica de ejercicios colectivos de reconstrucción popular, pasando de establecimientos efímeros a construcciones cada vez más sólidas. Fortaleciendo una organización social desde un prisma que supere mezquindades de pequeños acuartelamientos de siglas o colores. Organizaciones que incorporen la diferencia para luchar contra el contrario.

Desde estas construcciones locales, sectoriales y temáticas debemos ir sentando los cimientos de los procesos unitarios que las lleguen a referenciar más allá de sus radios de acción inmediatos, disputando no sólo porciones territoriales, sino el conjunto social. Para ello se debe profundizar una construcción con sentido de amplitud y vocación de poder, con cada vez mayores claridades estratégicas expresadas en acuerdos colectivos y los respectivos instrumentos orgánicos que las posibiliten.

Pronunciamos "33" y podemos decir que aún gozamos de salud, que la porfía conciente y creadora puede más que un puñado de militares asesinos, una tropa de empresarios gansteriles y la sucia hipocresía de los tránsfugas que hoy transitan por los pasillos del poder.

No somos pocos, pero seremos millones. Nos vemos en el rostro joven del estudiante que se vuelca a las calles y se toma los liceos exigiendo educación digna, nos vemos en los territorios de aprendizaje autónomo y popular, nos vemos en los sindicatos que desde los centros de trabajo dan la pelea contra el terrorismo empresarial, nos vemos en los preuniversitarios autogestionados, nos vemos en las escuelas de formación político social, nos vemos en el trabajo de solidaridad internacionalista y bolivariano, nos vemos en esfuerzos de unidad de las izquierdas, nos vemos en la mujer temporera que dice basta, nos vemos en los círculos de intelectuales revolucionarios que se ponen al servicio del pueblo, nos vemos en los territorios que se reconstruyen.

No somos pocos, pero seremos millones. Nos vemos, de norte a sur, en la costa, en los campos y ciudades de toda esta angosta faja de tierra situada abajo y a la izquierda de un continente en ebullición.

Hace 33 años que disparan armas de todo tipo para tenernos en el silencio de su ciudadana obediencia, hace siglos que estamos en pie y seguiremos estando: haciendo de la dignidad costumbre.

Aquí nadie muere, aquí nadie cesa de luchar…
Con todas las fuerzas de nuestra historia rebelde…
Ni muertos, ni vencidos: abriendo más caminos!!

Colectivo Andamios

Santiago, septiembre de 2006.



PD. La foto es de nuestra planta carnívora (una Dionea) que se llama Miércoles Adams.

Tuesday, September 05, 2006

Tienes que escribir con la mano seca: la arena se enternece y llora –seca–
tu mano crujiendo. Vacía es seca –suele el vacío mutar en sí mismo: le salen dos
labios –velos, alas de polilla chamuscada en la lámpara– se estiran para chupar
la humedad –oh, Aire: la humedad pregunta, ¿cuánto vale la sed? El dolor de cabeza
es dolor de nudillos. Huesos transparentes: mutación en vaso, cuasar negro que chupa
lo que se acerca al borde: no salen palabras porque se las come el negro,
no sale el dolor porque se lo come el negro. La arena se enternece. Llora al ver
la definición de desierto: llora y se vuelve a llenar de tinta. Sangre, dice
la analogía de los solos: detén las analogías, escribir es mear. Tienes que sacar
la humedad del esqueleto –de las hojas, su fermento– un respiro. Caminábamos
por la acera y pillaste, ¿qué? Una columna, ¿qué? Un pilar: termitas: bocas
de bichos comiendo –el pan era verde: antes hubo una hoja. Tu mano la mira
y dice: hoja –no logra parecérsele. Y ves que te chupan. Una mano te arrastra
al hueco de sí: tu negro de manos no puede contra el hueco. Y ves que te chupan.
Con lo invisible escribes: di-fu-mi-na-do. Las letras son blancas. Tienes que escribir
con la mano seca: ves tu país y te dice: seca. Son claros los dientes; el vacío es negro.
Raspo el vacío con mi colmillo de drácula. De la herida un gusano se asoma: luz,
pronuncia: luz. Y volteas los ojos –no miras con negro sino miras con blanco.
El color de la sal adentro del salero, pero en sopa de letras –te comen los ojos–
echa sal en la nieve y desaparecerá. Blanco contra blanco, pero se trata de agua.
Mi mano seca mutila una mano mojada. Con una estrella negra en su centro,
cuando termines de escribir dime qué ves. Dice: ¿qué no hay? Unos labios de lija
se acercan al vaso: beben el negro pero se llenan de arena. Eso fue lo que vi,
le dije a la mano. La ciudad era un puño y parecía una letra intentando abrirse.

PD: Poema mío del libro La Palabra Rabia . El dibujo es otro ensayo de Diversas Formas de ser Jonás.